¿Como saber si una fuente de consulta es confiable?
1.-
Comprende las normas académicas.[1] Los escritores
académicos mantienen un nivel de rigor superior al de los escritores
ocasionales, e incluso al de los de algunos periodistas. Por esta razón, debes
mantener tus fuentes en el más alto nivel.
2.-
Considera la reputación académica del autor.[2] Dentro de
cada campo, existe un grupo de pensadores académicos que se consideran como los
gigantes de la disciplina. Por ejemplo, en la teoría literaria, Jacques Lacan,
Jacques Derrida y Michel Foucault son tres figuras destacadas cuyo trabajo
proporciona la base de la disciplina. Al citarlos, emprenderás un largo camino
para establecer tu credibilidad como académico en el campo.
3.-
Céntrate en fuentes académicas y analizadas por expertos.[]
Estas fuentes deben constituir tu primera línea de investigación al momento de
emprender un proyecto académico. Estas cuentan con el más alto nivel de
credibilidad y puedes sentirte tranquilo al utilizarlas. Existen dos elementos
para describir esta designación: "académica" y "revisada por
expertos".
4.-
Sé discreto con las páginas web. Si utilizas cualquier
fuente en línea que no sea una base de datos académica de la universidad, debes
tener cuidado, ya que cualquiera puede publicar su opinión en Internet, sin
importar su nivel de credibilidad.
5.-
Evita a toda costa publicar información de autores
independientes. Si un editor se rehúsa a publicar las ideas de un autor, lo más
probable es que se deba a que estas ideas tienen poco peso. Nunca cites un
autor que realiza trabajos independientes.
6.-
Aprende a distinguir entre libros académicos y no
académicos.[5] Si a un autor le aceptan publicar su trabajo, significa que
alguien ha considerado sus ideas dignas de ser discutidas. Sin embargo, existe
una diferencia significativa e importante entre los libros publicados con fines
académicos y no académicos.
7.-
Evita usar libros de texto a menos que los uses como
antecedentes. Los libros de texto son medios de enseñanza maravillosos, ya que
condensan información técnica en un lenguaje fácilmente comprensible para los
estudiantes que llevan una materia por primera vez. Sin embargo, incluyen
únicamente la información que es aceptada por consenso dentro de un campo. Por
esta razón, obviamente no debes confiar en esta información (para tus artículos
académicos en ese campo) para generar la idea central de tu argumento
académico.
8.-
Verifica si la fuente es oportuna. Una doctrina es un
organismo de conocimientos en constante evolución, y la información que una vez
fue revolucionaria puede desmentirse o volverse obsoleta en unos cuantos años o
incluso meses. Siempre revisa la fecha de las publicaciones de una fuente antes
de decidir si es o no una información confiable para tu proyecto
9.-
Utiliza las fuentes y los métodos inaceptables de una forma
aceptable. Hasta ahora, hemos hablado de muchos tipos de fuentes que son
inaceptables para la redacción académica: varias páginas web, libros no
académicos, etc. Sin embargo, existen maneras de utilizar ese tipo de fuentes
para tu propio beneficio sin tener que citarlas.
10.-
Busca una segunda opinión. Si eres parte de alguna comunidad
universitaria (de la facultad, de profesores, de personal administrativo, o de
ex alumnos) consulta en el departamento de literatura si puedes tener acceso a
un estudio de escritura de la universidad. El personal en dicho estudio tiene
la capacidad de proporcionarte una opinión profesional sobre la credibilidad de
una fuente determinada. Si eres estudiante, muéstrale la fuente a tu profesor y
pídele que te asesore en su evaluación.
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